Bandoleros de la Axarquía de Málaga, el Bizco de El Borge

En esta preciosa comarca, la Axarquía de Málaga, atravesada por diversos ríos y sus escarpadas sierras, la figura del bandolero forma parte de esas historias, populares o no, a veces tejida por la imaginación de los viajeros románticos de la época, la que dota también a la Axarquía de un compendio de personajes que asolaron estas tierras, algunos marcando una cierta prudencia en las desgracias, otros desde el absurdo y el sanguinario proceder de quién no respetaba ni a su propia sombra.

Son muchos los bandoleros que dejaron huella en Málaga pero hoy, y siguiendo quizás algunos artículos donde iremos desgranando un poco quiénes eran, le toca el turno a “El Bizco de El Borge”, alguien quién al parecer a pesar de su deficiencia visual era capaz de ahuecar el ala de un ave en pleno vuelo.

Según parece a Luis Muñoz García, como así se llamaba, su bizquera le dotaba de una extraordinaria puntería.

En una ocasión, en una caldeada apuesta, acertó la veleta del campanario desde el punto más lejano del pueblo, El Borge, llevándose sus ganancias y a quién lo puso en duda achancándolo a la suerte le partió la cara.

Faldero como era y desligado de las tareas honradas se encandiló de una moza que era novia de un apacentador de bueyes al que degolló para subsanar sus diferencias.

A raíz de aquel suceso no le quedó más remedio que echarse a la sierra, ya buscado por delito de sangre, y como el contrabando le quedó pequeño comenzó, formando banda con otros, a extorsionar a ganaderos y quemar cortijos por donde iba pasando.

Este corpulento y pendenciero bandolero soñaba con ser hostelero y tras dejar hijo sin reconocer y tener desavenencias con su banda, tomó el Cortijo Grande de Lucena, propiedad del conde de Medinacelli.

Aquel atraco y secuestro de rehenes para hacerse con el botín suficiente para marcharse a Madrid y montar su tasca, terminó por convertirse en la antesala de su muerte.

El rentero que trabajaba la finca pudo avisar a los guardias quiénes ávidos de venganza por las matanzas del forajido lo abatieron a tiros en un olivar.

Sin duda, el Bizco de El Borge, pueblo situado a una hora aproximadamente de Cómpeta, fue uno de esos canallas que no entran quizás en esa concepción romántica del bandolero justo y de buena fe que por su destino fue encaramado a la montaña.

No les parece? 🤔

2019-08-26T12:48:51+00:00